Profesionales Menores de Edad

Dar los primeros pasos en el deporte profesional se está convirtiendo en una tarea propia de jóvenes y adolescentes. Han ido surgiendo casos de diferentes disciplinas deportivas en los que algún joven ha destacado entre sus compañeros lo suficiente como para que sus formadores decidieran hacerles competir en categorías superiores a las correspondientes a su edad. Entrenar y competir con compañeros de mayor edad, experiencia y, probablemente calidad, permite al joven acelerar su proceso de aprendizaje y continuar con su precoz evolución. En los casos excepcionales, un adolescente puede llegar a formar parte de un equipo profesional sin llegar a cumplir la mayoría de edad.

En el negocio del deporte no está permitido contratar a deportistas menores de 16 años, es un límite necesario pero no suficiente. Es evidente que cada persona es diferente y se adapta a las situaciones lo mejor que puede, por lo que no todos los deportistas responden del mismo modo al conseguir su oportunidad en categoría profesional. Cuando un adolescente forma parte de un equipo profesional conviene mantener un elevado nivel de atención y apoyo. Es posible que la personalidad del joven le permita aprovechar cada oportunidad y se adapte correctamente a la dinámica y exigencias del trabajo de alto rendimiento. En caso contrario, el club o entidad deportiva deberá aportarle la ayuda y herramientas suficientes para afrontar el reto adecuadamente.

Uno de los indicadores a observar durante la adaptación a la profesionalidad es el manejo de la presión y las expectativas. El deportista precoz genera una gran cantidad de expectativas sobre su figura y, con el tiempo, dichas expectativas “deben” ser cumplidas. Lo que antes era diversión se convierte en obligación. Familiares, amigos, compañeros, entrenadores, directivos, representantes, periodistas,… las expectativas generadas por todos ellos se pueden convertir en un muro difícil de superar por el adolescente, por ello es necesario que tenga apoyo suficiente para gestionar la presión. También es crucial que el joven tenga buenos modelos a seguir para poder aprender a gestionar sus relaciones, su tiempo, su dinero, etc. Son innumerables los casos de deportistas que generan desorbitados ingresos a lo largo de su carrera y terminan arruinados por el nivel de vida al que se habitúan, o con problemas de adicciones o aislados socialmente.

A continuación, algunos de los ejemplos más recientes del profesional menor de edad:

RickyRicky Rubio (21/10/90). Con 14 años, 11 meses y 24 días Ricky estableció un record al ser el jugador más joven en debutar en la liga ACB. A partir de entonces, el joven talento comenzó a compatibilizar los entrenamientos profesionales con el colegio, los amigos y los exámenes. Continuó así hasta el 2006, año en el que cumplía 16 años que le permitían firmar un contrato vinculante con el DKV Joventut. La figura del entrenador Aito García Reneses fue crucial para que el desarrollo personal y profesional de Ricky fuera óptimo. Lo mantuvo alejado de la prensa, centrado en el trabajo que tenía por delante y en cumplir sus obligaciones académicas y personales. A día de hoy, disfruta de la mejor liga de baloncesto tras convertirse en el único jugador en ganarlo todo en Europa con tan solo 20 años (Euroliga, FIBA Eurocup, ULEB Cup, Liga ACB, Copa del Rey y Supercopa ACB).

Pure Silk Bahamas LPGA Classic - Round TwoLydia Ko (24/4/97). Sus primeros pasos en el golf fueron a los 5 años y a los 7 ya comenzó a llamar la atención de los medios de comunicación. A los 17 años se convirtió en la golfista más joven de la historia en liderar el ranking profesional, siendo la primera mujer en ocupar ese privilegiado puesto. Lideró el ranking amateur durante 130 semanas y al dar el salto al nivel profesional, se convirtió en la más joven en ganar un torneo profesional de golf y un evento de la LPGA Tour. En 2015 ha empezado a estudiar psicología en la universidad de Korea de modo que compatibiliza sus estudios con el deporte en el que está haciendo historia.

Martin ØdegaardMartin Ødegaard (17/12/98). Con 13 años comenzó a entrenar con el primer equipo de su club y en 2014 formó parte del mismo durante toda la temporada a pesar de no poder firmar un contrato debido a su edad. A los 15 años estableció dos records de precocidad al debutar en la máxima división de futbol de Noruega y también con la selección absoluta. Al finalizar la temporada los grandes clubes europeos le ofrecieron hacer pruebas para poder contratarlo. El Real Madrid consiguió seducir a Martin y, si debutara este año en la Champions League (competición en la que está inscrito), sería el futbolista más joven en lograrlo.

Mone DavisMo’ne Davis (2001). Con 14 años es capaz de lanzar la pelota de baseball a 110 km/h siendo 80 km/h la media de su edad. Es una mujer muy habilidosa con excelentes condiciones físicas, que le permiten disfrutar y destacar en otros deportes como el fútbol y el baloncesto. El pasado agosto se convirtió en la primera mujer en lanzar para ganar un partido de la Little League World Series (Liga de Menores de las Series Mundiales). Ha participado en el Celebrity All-Star Game de baloncesto y, a pesar de los rumores que dicen que llegará a competir en la Liga Americana de Baseball junto a los hombres, parece que seguirá los pasos de Maya Moore (jugadora de la WNBA y Selección USA) y jugará a baloncesto en la Universidad de Connecticut.

Más allá de los ejemplos citados, son numerosos los casos de deportistas que no han logrado cumplir las expectativas y se han quedado en el camino o terminan abandonando la práctica deportiva con sensación de fracaso profesional.

“No existe gran talento sin gran voluntad.”
Honoré de Balzac (1799-1850)

Deja un comentario